El último kiwi del mundo

sábado, enero 27, 2007

Enamorado

Aveces confundimos el amor con el enamoramiento con la cursilería con la obsesión con fundimos.


"Digo tu nombre al viento"... Leo Masliah.

martes, enero 09, 2007

Para leer en el río, la playa, la pileta, o delante del ventilador de tu monoambiente.

La saga de los confines: Los días del Venado.
Liliana Bodoc.
Reconozco que empecé a leerlo con cierto prejuicio propio de un simpatizante que roza el fanatismo por la obra de J.R.R Tolkien. ¿Una historia fantástica escrita por una argentina que tiene como protagonistas razas inventadas que viven en una especie de América?, ¿la lucha hasta el final de criaturas del bien contra las fuerzas del mal?, ¿una novela escrita y entregada en tres tomos?, ¿magos, destinos, leyendas...?
Incluso los primeros capítulos olían demasiado a El Señor de los Anillos. Sin embargo... lo admito: ME EQUIVOQUÉ.

Hay en el transcurrir del relato que propone Liliana Bodoc tal destreza para describir a los personajes y sus contextos, y tal belleza en sus compocisiones narrativas que el fluir de Los días del Venado es por momentos vertiginoso, sin perder por ello las texturas y la profundidad de la historia que habla de la lucha del hombre en pos de la libertad.


La aventura tiene muchos giros y si bien puede parecer en un principio que algunos personajes se corresponden a los que creara Tolkien, Bodoc logra darle la personalidad suficiente a cada protagonista para que esta sensación termine sucumbiendo.
Referencias a las culturas pre-colombinas y a su enfrentamiento con los invasores del viejo continente le dan un tinte político que sin dudas hace aún más interesante a Los días del Venado.

Para quienes disfrutan de la épica y la fantasía: pasen, vean y lean. Yo, por lo pronto, dejo este post para empezar la segunda parte de la trilogía... después les cuento.

La saga se completa con Los días de la sombra y Los días del fuego.

domingo, enero 07, 2007

Chetes...

Llegó a mis oidos a finales del 2006. Empiezo el año al son de las melodías de este mexicano llamado Chetes, que en ocaciones suena muuy británico. Una armoniosa y optimísta mezcla de Drexler - Café Tacuba - Richard Ashcroft.
El disco se llama Blanco Fácil y la verdad no tiene desperdicio, es ameno, fresco, pop y está lleno de frases tan sencillas y efectivas que uno no puede evitar el eco que queda sonando en la cabeza...

Chetes - Se fue el dolor